Viaje en auto para la protección del clima en realidad suena contradictorio. El suizo Louis Palmer demostró lo contrario.
El suizo terminó sus aventuras alrededor del mundo con su auto solar a tiempo para la Conferencia del clima mundial en la ciudad polaca de Posen.
Junto a la orgullosa flota de autos lut3newos impulsados por hidrógeno, en los que fueron paseados los ministros por la zona de la conferencia en la ciudad polaca de Posen, el taxi solar de Palmer se vio muy incómodo y desgastado.
Pero su rendimiento es digno de respeto: Hace año y medio se marchó de su ciudad natal, Lucerna, llegó puntualmente a la Conferencia 
climático en Bali el diciembre pasado y ahora la ciudad polaca de Posen, justo un año después, tras 53,000 kilómetros llenos de aventuras.
Y todo eso sin una sola gota de gasolina. Llegó con su mensaje a 600 millones de personas a nivel mundial, según sus estadísticas, gracias a los medios. Y el mensaje es: También se puede sin combustibles fósiles.
Como un reloj suizo
Palmer, de 36 años y de hecho maestro de profesión, quería mostrar con su acción que las nuevas tecnologías ya están listas para su uso. Su auto plano y azul que remolca un panel solar de dos metros cuadrados funciona sea como sea, claro, como un reloj suizo.
En la continuación de su viaje de Bali, China fue la sorpresa más grande para él. Al principio tuvo ventajas, añade Palmer, pero: “No hay otro país en el mundo que haga tanto con energías renovables como China.
China era uno de los 38 que cruzó Palmer. Y en partes a máxima velocidad de hasta 90 kilómetros por hora. 300 kilómetros de alcance le sirvieron con la batería cargada, y cuando no brillaba el sol extraía la energía de la corriente. Esta corriente era cargada en casa desde un panel solar en el techo hasta la red.
Con eso impresionó Palmer también a los americanos en su etapa por los Estados Unidos: “Esa fue verdaderamente una sorpresa positiva 
para mí. Yo me lo había imaginado completamente distinto.
Su taxi solar ha sido un “Hiper gigante mediático". Incluso Palmer fue filmado en Los íngeles desde las alturas por un helicóptero. Y la mentalidad de los estadounidenses habría sido completamente distinta, que hace diez años, dijo Palmer: “¡Irreconocible esta sociedad!
Preguntas sin respuesta
Los delegados de la conferencia aquí en Posen pasaban cada mañana por el auto solar de Palmer, muchos se quedaban parados y le hacía preguntas. Y él contestaba con la pregunta de por qué tomaba tanto tiempo lo referente a la protección climática. En la conferencia se habló de una reducción de gases invernadero de 10 ó 20 por ciento. “Pero el taxi solar muestra que sí se puede prescindir del CO2.
Louis Palmer ya tiene en mente el próximo plan en mente: Una carrera de velocidad con seis autos distintos, todos impulsados con formas de energía alternativas. La salida: en un año, en la conferencia climática en Copenhague.
Texto: Henrik Böhme / ps
Trad. Carlos Sotelo