Luego de los escándalos en Alemania y la grave crisis que enfrenta la iglesia católica, el caso Maciel vuelve a causar revuelo en México.
Sin duda, de todos los escándalos de pederastia en México, el más conocido es el del sacerdote Marcial Maciel, fundador de una de las congregaciones religiosas más poderosas de nuestro tiempo: Los Legionarios de Cristo.
Un “padre" abusivo
Como si romper el celibato en múltiples ocasiones no hubiera sido pecado suficiente para este religioso, en días pasados dos hijos de Maciel declararon públicamente haber sido abusados sexualmente por su padre cuando eran niños.
En entrevista con la periodista Carmen Aristegui, José Raúl González Lara, hijo biológico de Marcial Maciel, relató que su primer abuso sucedió cuando tenía siete años: “Yo estaba acostado con él, me baja mi calzoncillo y me intenta violar. Por instinto humano reacciono y me muevo. Se da cuenta, y no me fuerza."
Detalló que a partir de ese momento, Maciel mostró su verdadero rostro: “hubo abusos muy fuertes, hubo abusos sexuales en Madrid, Colombia, México, a veces hacía que lo masturbáramos".
Los Legionarios de Cristo, por su parte, han argüido que estas declaraciones sólo intentar chantajear y sacar provecho económico al vender caro su silencio por la supuesta pederastia.
Religión, abuso y poder
En 1997, durante el pontificado de Juan Pablo II, varios ex seminaristas de los Legionarios denunciaron a los medios de comunicación los abusos que sufrieron por parte de su “guía espiritual" desde los años setenta. No obstante, poco o nada sucedió.
Fue en 1998 cuando las denuncias se llevaron hasta Joseph Ratzinger, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien reconoció: “por el momento no es prudente sacar el caso Maciel."
En 2006, ya como papa Benedicto XVI, ordenó a Maciel llevar una vida de “oración y penitencia" separado de todo ministerio religioso.
El “castigo", frente al crímen de abuso sexual, parece ridículo. La pregunta es obvia: ¿Por qué durante años, ante las denuncias de abusos por parte de Maciel, no se hizo nada? La respuesta es igual o más escabrosa que la pregunta.
Diversas investigaciones periodísticas y académicas demuestran que el religioso contaba con una red de contactos dentro y fuera de la iglesia que veían por su protección, incluido el papa Juan Pablo II.
De hecho, los nexos entre esta congregación y varios grupos empresariales y políticos en México lograron censurar libros, periodistas y cortar la publicidad a medios de comunicación que hicieron eco de las denuncias en su contra.
Escrutinio del Vaticano a Legionarios
Finalmente, en 2009 Benedicto XVI encargó a un grupo de obispos y arzobispos visitar todos los centros de los Legionarios de Cristo en el mundo para investigar sobre los casos de pederastia.
Los Legionarios tienen presencia en 22 países, cuentan con 70 mil miembros laicos, 800 sacerdotes y es una de las congregaciones religiosas con mayor poder económico gracias a las cuotas de sus escuelas y universidades.
En días pasados, el director general de los Legionarios de Cristo, ílvaro Corcuera, señaló que, después de reconocer los actos “reprobables y terribles" que cometió el padre Maciel, ya no pueden verlo como un modelo a seguir. La pregunta es: ¿alguna vez lo fue?
Hasta hoy se sigue cuestionando la lentitud del Vaticano para tomar cartas en el asunto.
Texto: Jordy A. Meléndez Yúdico