El artista Miguel Arias, quien ganó el primer lugar en el desfile del 2011 en la categoría “Alebrijes de movimiento“, nos muestra como se arma un monstruo monumental.
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¿Cómo hago un alebrije?
En colaboración con la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (Esime) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) Miguel Arias creó un alebrije con efectos especiales.
Varios estudiantes de ingeniería estaban encargados de la configuración técnica, es decir efectos de luz, sonidos y movimiento.
¿Cómo nace una obra así?
Primero Miguel inventa una criatura, su apariencia, donde vive y como se mueve.
Las formas y los colores de su ser imaginario lo esboza en papel.
En nuestro ejemplo se muestra un animal híbrido del océano, que tiene parecido con un pez abisal por sus alas-aletas y su cola de ballena.
Antes de llegar a la realización plástica, tiene que estar planeado por completo el desarrollo de movimiento incluyendo los puntos de fijación, explica Miguel.
También es necesario tener ciertos conocimientos de anatomía, para calcular como dividir las proporciones y saber cuales son las posibilidades del movimiento de la figura.
Después, el equipo de escultura empieza con la realización de la estructura, que se modela con alambre galvanizado (o como alternativa, caña).
Encima del esceleto vertical se atan nudos de alambre, que fijan la estrucutra, para que no se mueva.
Paso por paso llegamos al monstruo abisal
En el interior de la estrucutra de alambre los estudiantes instalan el sistema mecánico, desarrollado por ellos, que funciona con una batería de auto.
Después Miguel define las proporciones del alebrije, es decir en que partes está más voluminoso y en cuales más delgado.
La estructura de alambre se llena con bolas de papel y se sujeta con Masking Tape.
Siguen otras capas de alambre y luego el equipo reviste al pez con papel de periodico, lo moja con almidón y lo deja secar para que endurezca.
Encima del papel periodico se pega una capa de papel de estraza, un papel de alta resistencia.
Después el equipo empieza con la expresión del pez y lo pinta primero completamente de blanco.
El material usado es ligero y aún así bastante resistente. Incluso, según cuantas capas se aplican, puede llegar a ser más duro que la madera, nos comenta Miguel.
Además es ecológico, dado que se trata de papel y material reciclado.
Al final, la escultura fantastica es pintada de colores usando diferentes técnicas.
Según Miguel una figura dura entre cinco y diez años gracias a las tres a cinco capas de pintura y el barniz protector transparente.
Èl calcula que su obra puede sobrevivir con un buen cuidado incluso hasta 50 años o más.
Lo fascinante en un proyecto así, dice Miguel, es que del esbozo hasta la obra final siempre hay cambios interesantes en el proceso del desarrollo: la primera idea y el resultado final nunca suelen ser identicos.
Después de aproximadamente un mes y medio está terminado “P-Esime Pezadilla“, la pesadilla marítima colorida.
Es un pez sofisticado, un monstruo híbrido con una expresión horripilante en sus ojos.
En el día se percibe muy diferente que en la noche, porque la iluminación completa de la luz del día recalca sus colores llenos y vibrantes.
El nombre es un juego de la palabra que se constituye de „pez“ y „Esime“, que es la abreviación de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Politécnico.
Miguel cuenta, que fue la primera vez que la Esime participó en un concurso artístico de este estilo y directamente obtuvo el primer lugar con su obra.
Arte y técnica
A Miguel le interesa unir el arte y la ciencia y desarrollarse en las dos áreas.
Actualmente su pez se encuentra en el Centro Cultural Jaime Torres Bodet del Politécnico, conocido también como “el Queso“.
El próximo año el artista seguramente va a construir un alebrije monumental de la misma manera, para refinar y perfeccionar su técnica.
Texto: Natalie Grimm
Traducción: Andrea Strobel
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